En estas fechas tan entrañables quiero desearos una muy feliz Navidad y un próspero año nuevo. Me llena de orgullo y satisfacción el haber compartido con vosotros mis correrías seudo atléticas durante estos 12 últimos meses. Y ahora, que se acaba el año, es tiempo de recordar cómo sudabas cual pollo en las tiradas largas de agosto; o cómo se te congelaban las orejas en las series de enero. O cómo el corazón se te aceleraba subiendo la cuesta de la Albufera. O cómo deseabas parar y mandarlo todo a la mierda bajo la calima de Madrid en una media maratón cualquiera del mes de abril. Ya todo eso pasó. Y lo hicimos porque nos gustó. Esa sensación de libertad y sufrimiento a la vez. El año que viene nos esperan nuevos retos aún más difíciles. El año que viene toca dar el gran paso: La Maratón. Salud y kilómetros!!!