Mi padre, atlético confeso, llamaba al Real Madrid C.F. "el Trampas" por las supuestas ayudas arbitrales que recibía durante sus partidos de fútbol. Alguna ayudita recibía, no vamos a negarlo, pero esta no era la única razón por la que ganaba los partidos, sino que la calidad de sus jugadores casi siempre marcaba la diferencia. Vamos, se nota que le salí merengue a mi padre, qué le vamos a hacer. Pero yo os quería hablar, evidentemente, de "el trampas" en el running, que existe y mucho. Aunque os vendan la moto de que el Atletismo es un deporte noble y de compañeros los hay que hacen trampas. Vamos a ver algunos especímenes:
El más evidente:
El corredor que en las carreras populares recorta por las aceras. Y ¡oh, qué casualidad! a él su GPS le mide menos que al resto o le mide el recorrido exacto. ¡Vaya por Dios, qué suerte!
El ansioso:
El corredor que le le puede el ansia por lograr una marca y cuando su GPS dice, por ejemplo, que ya ha llegado a los 10 km, para el reloj aunque queden 300 metros para llegar a la meta. ¡Tramposo! Luego cuenta que superó su mejor marca personal porque lo que cuenta es lo que mide su reloj, no sa jodío mayo con las flores, a ver quién le tose.
El de la auto-pausa:
Otro ejemplar que tiene el reloj en modo auto-pausa, grita y proclama su mejor marca mundial en uno de sus entrenamientos y luego le miras en Strava que en movimiento ha estado 37 minutos pero corriendo 38... ¡tramposooooo!
Y todo esto es por el postureo claro y por presumir de tiempo conseguido. Señores, hay que ser legales y coherentes con uno mismo. Que el Madrid con sus supuestas "trampas" ganaba títulos, aquí en el running a nivel popular lo único que se puede ganar es algún "like" de más en Instagram. Y vale más tener la conciencia tranquila que muchos "me gusta" en las redes sociales .
¡A triunfar en buena lid amiguitos!
¡Hasta la próxima!
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