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La coz

    No sabía si contaros esto, al menos hasta que no lo hubiera asimilado bien. La semana pasada tuve una epifanía. Estaba corriendo, creo recordar que una sesión de series, cuando de repente lo vi claro, fue como si Bekele se me hubiese aparecido al doblar la calle, sentí que mis piernas se movían de forma diferente, comprendí cómo corren los atletas de élite, tras años escuchando que los talones deben ir al glúteo para correr más rápido, entendí la manera correcta de correr: la zancada no se alarga pisando más lejos hacia adelante sino alargando la pierna más lejos hacia atrás, haciendo que la pisada caiga sobre tu centro de gravedad, que es lo que Franco Battiato nos decía que buscaba incansablemente, mientras tú te tomabas un copazo.

Es la coz.

Y, después de ella, el mundo nunca volverá a ser el mismo.

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¡Rock and Roll!

    Hubo noches en las que escuchabas a Kurt Cobain mientras bebias cerveza y fumabas un cigarrillo tras otro. Al grito de "¡Nirvaaanaaaa!" entrabas en un trance hipnótico del que era imposible salir. Eran las noches en las que creías morir, pero no lo hiciste, porque eras joven e inmortal.  Ese sentimiento ya pasó.  Treinta años más tarde, cuando tú corazón se pone a 180 pulsaciones por minuto en los metros finales de una carrera, la sensación de morir un poco, lentamente y de resurgir al cruzar el arco de meta, es muy parecida. Enganchados al Rock. Al Rock de la Media Maratón de este pasado domingo 27 de Abril. Después de más de dos años conseguí bajar de las 2 horas en los 21K, logrando mi tercer mejor tiempo en la distancia. Y lo celebré, claro que lo celebré, con dos tercios de Mahou en buena compañía. Porque, como dijo Jimbo, "el futuro es incierto y el final siempre anda cerca".

Balboa

 En Enero llegan los días de frío, las noches de correr a cero grados o menos. Da más pereza salir a entrenar. Pero cuando salgo siento una gran sensación de libertad, las calles están vacías, sólo hay alguna persona que pasea a su perro, y coches y autobuses de la EMT. Yo llevo guantes y gorro y mi sombra se proyecta en el suelo gracias a la luz de las farolas, el vaho sale de mi boca mientras respiro. Pienso en Rocky Balboa saliendo a correr de madrugada, imagino que corro como el potro italiano cuando se prepara para un combate, a veces hasta lanzo algún golpe ficticio al aire. Recuerdo la frase de Rocky, sentado en la cama junto a Adrianne, la noche anterior al gran combate: ”No le puedo ganar, Adrianne. Pero si tan solo pudiese aguantar los 12 asaltos sabría que no fui un Don Nadie" Si tan solo pudiese aguantar los 42 km y 195 metros...

Ahora

 Ahora que las voces se apagan  Ahora que los ojos se cierran  Ahora que la respiración se calma  Recordarás los días pasados  Aquellos en los que corrías  Quizás huyendo de algo  Noche y día  Mañana buscarás la sonrisa  En los ojos de tus hijos  Los besos  En los labios de tu amor Un año más habrá pasado  Y un nuevo tiempo comenzará.