No sabía si contaros esto, al menos hasta que no lo hubiera asimilado bien. La semana pasada tuve una epifanía. Estaba corriendo, creo recordar que una sesión de series, cuando de repente lo vi claro, fue como si Bekele se me hubiese aparecido al doblar la calle, sentí que mis piernas se movían de forma diferente, comprendí cómo corren los atletas de élite, tras años escuchando que los talones deben ir al glúteo para correr más rápido, entendí la manera correcta de correr: la zancada no se alarga pisando más lejos hacia adelante sino alargando la pierna más lejos hacia atrás, haciendo que la pisada caiga sobre tu centro de gravedad, que es lo que Franco Battiato nos decía que buscaba incansablemente, mientras tú te tomabas un copazo.
Es la coz.
Y, después de ella, el mundo nunca volverá a ser el mismo.
Comentarios
Publicar un comentario