La Élite no escucha música mientras corre. La Élite hace series de 1000 metros a menos de 4 el km. La Élite te da la turra en las redes sociales con sus entrenos. La Élite pontifica con lo que es correr y lo que no es correr. La Élite tiene el carnet de entrenador y reparte clases. Ah, no. Que esto no se lo verás hacer a un campeón de España o de Europa. Ah, no, que estos son los más guays de las redes sociales. No todos, eh. Sólo la Élite.
Hubo noches en las que escuchabas a Kurt Cobain mientras bebias cerveza y fumabas un cigarrillo tras otro. Al grito de "¡Nirvaaanaaaa!" entrabas en un trance hipnótico del que era imposible salir. Eran las noches en las que creías morir, pero no lo hiciste, porque eras joven e inmortal. Ese sentimiento ya pasó. Treinta años más tarde, cuando tú corazón se pone a 180 pulsaciones por minuto en los metros finales de una carrera, la sensación de morir un poco, lentamente y de resurgir al cruzar el arco de meta, es muy parecida. Enganchados al Rock. Al Rock de la Media Maratón de este pasado domingo 27 de Abril. Después de más de dos años conseguí bajar de las 2 horas en los 21K, logrando mi tercer mejor tiempo en la distancia. Y lo celebré, claro que lo celebré, con dos tercios de Mahou en buena compañía. Porque, como dijo Jimbo, "el futuro es incierto y el final siempre anda cerca".
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