Oh, queridos lectores, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que os deleité con una entrada de este blog. ¿ A qué se debe esta ausencia de casi dos meses? Pues he de reconocer ¡que no se me ocurría nada! Estoy inmerso en mi enésimo plan para bajar de 50 minutos en los 10K y no me visitaban las musas literarias. Pero, hete aquí, que he empezado a entrenar las series por tierra en las últimas semanas con lo que ¡date! ya tengo tema.
Corría el año 2019 cuando me decidí a correr los 10K de la Maratón de Alcalá. Antes de la carrera coincidí con un corredor de cierta edad que me preguntó "¿qué entrenas, en tierra o en asfalto?" Yo le miré un poco sorprendido por la pregunta y le contesté "en asfalto, es más rápido" , a lo que él me repuso, "pues deberías entrenar en tierra, es menos perjudicial para las articulaciones". No le hice mucho caso y seguí entrenando en asfalto hasta un día, no hace mucho, en el que decidí hacer las series exclusivamente en tierra.
Y este señor tenía razón. Lo que antes eran dolores musculares, de rodillas y de huesos al día siguiente, ahora apenas son ligeras molestias, agujetas, o ni eso cuando he entrenado en tierra. Las zapatillas de ahora tienen mucha amortiguación pero el asfalto sigue siendo muy duro. Así que mi bricoconsejo de hoy es que entrenes en tierra. Hay muchos parques por dónde puedes hacerlo. Además suele haber menos gente y puedes ir más tranquilo sin llevar la mascarilla. Si no puedes correr todo el tiempo por tierra busca pistas mixtas para aliviar el impacto de las pisadas sobre el asfalto.
Espero que me hagáis más caso a mí que el que yo hice a este señor hace más de dos años.
¡Hasta la próxima y a correr, que son dos días!
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