Casi seis años escribiendo este blog y todavía no había comentado una cosa: correr es muy duro. No es dar saltitos con un balón, lanzar a canasta y luego caminar o trotar recuperando la posición. No. No es baloncesto. El baloncesto es divertido. Correr, repito, es muy duro. Correr significa llevar tu corazón al máximo umbral de pulsaciones, yo esta temporada 182. Y hacerlo en repetidas ocasiones. Correr duele. Físicamente duele. No es divertido. Divertido es darle patadas a un balón, marcar un gol y celebrarlo. Correr no. Cuando leo que hay que correr sonriendo sólo pienso que lo que intento es no asfixiarme, ¿cómo voy a sonreír? Pero bueno, no todo son malas noticias, llega el momento en que paras de correr, entonces sí, entonces te inunda la felicidad, ¡porque has terminado! Ya puedes disfrutar de las endorfinas ganadas. Y ya puedes engancharte a ellas, porque harán que vuelvas a correr. Aunque sea muy duro. Porque lo es. Correr es muy duro. Pero me gusta.