Aquí me hallo, postrado en el sillón de mi casa, con la pierna en alto por culpa de ... ¡la lesión! Sí, tarde o temprano, tengo que avisaros queridos amiguitos, se produce una lesión. Suele ser por hacer un poco el cabra, la verdad. ¿Quién me iba a decir a mí que, por hacer sólo 16 series de 100 metros corriendo como si me persiguiera un inspector de hacienda, me iba a lesionar? Que conste que me lesioné en la decimoquinta pero el entrenamiento había que terminarlo y hasta que no hice la decimosexta no paré, que yo soy muy metódico y tengo que seguir el plan de entrenamiento a rajatabla, faltaría plus. El caso es que me lesioné. Me dio un tirón detrás de la rodilla. Que preguntando preguntando resulta que eso es la corva y si ya te pones muy técnico, cosa que les encanta a los runners, he sufrido una elongación en el biceps femoral izquierdo. Toooomaaaa yaaaa. ¿A qué mola? Pues no, la verdad que no mucho, duele. Que digo yo que, antes de correr, el muslo era el muslo y lo de detrás pue...