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El Catarrazo

Sólo queda una semana para la gran carrera, esa que llevas preparándote 12 semanas con un plan de entrenamiento que te has bajado de una app, esa en la que vas a reventar tus marcas, la carrera en la que has puesto todas tus energías y esperanzas de los últimos tres meses. Pero de repente ocurre algo inesperado, algo que no entraba en tus planes: pillas el Catarrazo. No haces más que estornudar, toses de una manera descontrolada, tienes una congestión brutal, la cabeza te va a estallar, el Frenadol no funciona, la Couldina te deja hecho papilla, sólo quedan 3 días ya para la carrera. Haces un último entrenamiento y tienes calambres en el estómago, a los pulmones no entra aire, una calamidad. Estás desesperado. Y llega el día de la carrera. Te encuentras, al menos, apto para poder hacerla. La corres y mejoras tu anterior marca. Pero hay que quejarse porque el runner tiende a la queja natural, que si me dolía el gemelo, que si en el km 5 iba fundido, que si iba hasta arriba de ibupofeno...

La Playlist

Sí, queridos amiguitos, la Playlist, las canciones que llevamos en el móvil, mp3 o reloj cuando corremos. ¿Cuáles elegir? Pues depende de lo ciscao que quieras ir claro. Si vas a ir a ritmos de 4 el km y te suena Mi gran noche de Raphael lo mismo te corta todo el rollo. Pero, por otro lado, si vas con techno a saco puede ser que te dé algo a la patata, que ya tenemos una edad. Así que yo hago un mix de techno y rock rapidillo, nada de baladas. Y por supuesto, sin ninguna duda, lo que no puede faltar en la playlist de un auténtico runner es algún tema de Rocky. ¡Buah, qué subidón! Si Rocky aguantó los 12 asaltos tú llegas a los 10 km aunque se te caiga el trasplante. ¡Vaaaaaamooooooooossssss!!!!!

El reloj GPS

Si yo voy muy bien con el móvil, con mi brazalete, ¿para que me voy a gastar 150 euros en un reloj GPS? Que sí tronco, vas a reventar tus marcas, vas a volar. No sé tío, no lo veo. Cierto es que el GPS del Runtastic mide lo que le sale de los cojones, depende de si hay nubes o de si hay tormenta solar, pero vas con tu alegre musiquilla en el móvil, no te hace falta nada más. Hasta que un colega se compra el dichoso relojito. Entonces es inútil resistirte, el último modelo de Garmin te dice hasta la duración adecuada de la micción precarrera. Ese es un dato fundamental. Y bueno, luego el GPS no falla, eso también cuenta. Así que empiezas la búsqueda. ¡Y encuentras uno que tiene música y pulsómetro! Lo flipas. Intentas resistirte, te bajas una aplicación en el móvil para medir el pulso poniendo un dedo en el visor de la cámara pero lo único que logras es rayar la cámara y que las fotos salgan borrosas. Un desastre. Y encima tu cumpleaños es dentro de 6 meses, no hay dios que te lo vaya ...

La Sansil

¡Venga, coño, qué es muy fácil, si es toda cuesta abajo! Ese es uno de tus colegas runners que te anima a correr la San Silvestre Vallecana. El caso es que no te ves preparado, sólo llevas entrenando 4 años pero una vez por semana y a trote cochinero. No lo ves, no. Hasta que un día descubres que para correr hay que respirar por la boca. ¡Coño! Lo ves en un tutorial de YouTube porque los runners no te habían dicho ni media. Entonces sí, entonces empiezas a aumentar la distancia. Y te apuntas. Los días antes de la carrera estás muy nervioso, no sabes cómo lo vas a hacer, si podrás terminar incluso. Llega el día de la carrera y la haces pisando huevos y saludando al público, entre gritos. La terminas. Estaba chupao. Con una risión de tiempo, pero claro en la San Silvestre no se puede correr, había mucha gente, me había tomado tres cañas antes de salir, la hice andando, iba contando chistes, la abuela fuma... Ahora sí, ya puedo decirlo, ahora soy un Runner.

El principio

El  principio suele ser con camiseta de algodón de alguna promoción que te han regalado en un bar. No aguantas ni 500 metros sin asfixiarte. Pero corres para adelgazar, que los 40 y los bares te han dejado un tipito curvilíneo, por la redondez de tu barriga, claro. Vas con el móvil en un brazalete, y con los cables de los auriculares molestándote mientras braceas. ¿La pisada? Ni puta idea, pues será de talón. ¿Hacer series? Sí, el fin de semana con la parienta. Tu objetivo es llegar a 3 km sin morir en el intento. Cuando lo consigues lo subes a Facebook, pedazo de marca, 3 km en 21 minutos. Qué orgullo, soy un runner, qué maravilla, estoy hecho un chaval. Esos son los principios, cuando apuntarte a una carrera lo ves como algo muy lejano. Llegará el día en que te conviertas en un yonki del running pero tú aún ni lo intuyes. Tú eres feliz con tu música alegre, nada de ritmos cañeros para acelerar las piernas,disfrutas del paisaje y de hacer deporte al aire libre. Cuando llegas a cas...