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Un hombre corriente

 Escribir es una necesidad, debes hacerlo porque tienes algo dentro que debe salir. Es como Alien, el Octavo Pasajero. La única forma de que cese la enfermedad es plasmar tus pensamientos sobre el papel. O sobre el móvil. Y esta es una solución momentánea porque tarde o temprano la enfermedad volverá a surgir y para aplacarla deberás volver a escribir.

Hoy he pensado en los atletas de élite, los de verdad, los que viven del atletismo, los que dedican las 24h al deporte. No trabajan 8 horas en una oficina o en una obra. No hacen las cosas que una persona normal hace en su vida ordinaria. A ver, yo cuando tengo que entrenar un miércoles por la noche ya estoy cansado antes de empezar. Y esos millones de corredores aficionados que se quitan tiempo de otras cosas para entrenar están haciendo un sacrificio muy importante por el amor a este deporte. Luego leo que ha habido 500 o 1000 personas que han bajado de 40 minutos en un 10K como un gran logro. No. El logro es el de los otros 11000 corredores que no lo han hecho y que con su dorsal pagan al atleta de élite que contrata la organización. ¿Cómo entrenan esos corredores? Como pueden. Contra viento y marea.

Por eso no os fijéis en el corredor que corre a 3:10 el kilómetro. Fijaos en el que corre a 6 y no vive de esto.

Salud y kilómetros.


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